Solo Tú /Paulo Setúbal

A todas las que me besaron, A todas las que me abrasaron, no las recuerdo mas... Son tantas las que me amaron, son tantas las que yo ame. Pero tú, que cruel contraste! tú, que jamas me besaste, tú a quien jamás abracé, Sólo tú en esta alma quedaste, de todas las que yo ame. “Solo Tú” /Paulo Setúbal.

Columnas varias

El deseo y el mundo / Frag. Vagamundo y otros relatos, Eduardo Galeano - Blog Miradas de la Patriagrande
¿Cuántos días han transcurrido? ¿Cuántos meses? Una noche se descubre que llevar la cuenta es peor. Antes, antes. Gustavo mira sin ver. Abolir el tiempo. Volver atrás. Quedarme, Carmen, quedarme en vos. Yo creía, Carmen, que no ibas a terminarte nunca. Te apreté la mano y la mano latía, estaba viva como un pájaro. Antes, antes de todo. Y las estrellas, papá, ¿qué hacen durante el día? ¿Por qué ponieron mosquitos en el Arca de Noé? ¿Por qué mamá murió? Dos perros rodaban mordiéndose por los médanos y Gustavo ya había estado preso, no dormía en la casa, tres veces habían venido a revolver las cosas unos tipos de uniforme, estaban armados como los que trabajan en la tele, esos de la serial de “Combate”, daban vuelta la casa y Tavito los miraba sin pestañear y sin abrir la boca, clavado contra la pared; el cuerpo le temblaba hasta los dedos de los pies. Gustavo le había dicho: hay tantas cosas que tendrás que descubrir, Tavito. Las cosas invisibles, las difíciles, la brecha que te espera entre el deseo y el mundo: apretarás los dientes, resistirás, nunca pedirás nada. No, no se vive para ganarle a nadie, Tavito. Se vive para darse.
Tavito señala, con el mentón, a los soldados.
-Y estos, ¿no saben cuándo vas a volver?
-Tampoco saben.
Darse. Pero, ¿y él? ¿Tengo derecho?, se pregunta, ahora, Gustavo. Y él, ¿qué culpa tiene? He elegido por él sin consultarlo. ¿Me odiará alguna vez? Gustavo lo ve aproximarse a uno de los soldados. Tavito le habla, el soldado se encoge de hombros y luego le acerca una mano para acariciarle la cabeza. Tavito pega un brinco, como si la mano del soldado estuviera electrizada.
¿Tengo derecho? He decidido por él. ¿Había otra manera? Gustavo mira a los costados, a los compañeros, rostro por rostro, los hombres con quienes comparte la comida y la pena y las palabras de aliento que se pasan unos a otros, como el mate, de boca en boca. El tiempo de ahora y el tiempo de después. Alguien le arroja, desde el otro extremo de la fila un paquete de cigarrillos. Gustavo lo caza al vuelo. Y entonces Tavito dice:
-No te preocupes.
Dice:
-Cuando yo sea astronauta, nos vamos a ir a la luna o nos vamos a ir a pescar.



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El taller literiario de Mariana Callejas en Chile donde se torturaba personas... excelente reportaje 11 de abril de 2012 a la(s) 12:45


Nocturno de Chile
Estudió literatura en Estados Unidos, protestó contra Vietnam y marchó a favor del aborto, se casó con un ex agente de la CIA que luego integró los servicios de seguridad de Pinochet, fue parte del atentado contra el general Prats en Buenos Aires y durante años dictó un taller literario para toda una nueva generación de escritores en una casa de Santiago donde se torturaba. Aquel taller fue abordado por Roberto Bolaño en su libro Nocturno de Chile y por Pedro Lemebel en De perlas y cicatrices, entre otros. Y por ella misma en La larga noche, un libro atroz y poderoso de 1981 primero financiado y luego censurado por el gobierno de Pinochet. Al llegar la democracia fue acusada por delitos de lesa humanidad, encarcelada en 2003 y posteriormente puesta en libertad. Esta semana, mientras Mariana Callejas cumple ochenta años, una obra de teatro basada en lo que sucedía en aquel taller prepara su estreno en Chile.

 Por Gonzalo Leon:
Mariana Callejas cumplirá ochenta años el próximo 11 de abril y sería una escritora desconocida en Chile y en el resto del mundo si no fuera porque fue agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) bajo el nombre de María Luisa Pizarro. Como agente de estos servicios de seguridad viajó a Buenos Aires en septiembre de 1974 para poner una bomba en el automóvil del ex comandante en Jefe del Ejército de Salvador Allende, general Carlos Prats. Lo hizo en compañía de su marido, un ex agente de la CIA convertido en agente de la DINA y a quien había conocido mientras estudiaba literatura en la Universidad de Miami. Allí había participado de marchas contra Vietnam y a favor del aborto. Pero eso era pasado, ahora la bomba estaba en su sitio, y ella le arrebataba el detonador a su esposo y trataba de hacer explotar el vehículo estacionado en lo que hoy es República Árabe Siria y Avenida Del Libertador. Sin embargo, algo falló. Solucionado el desperfecto, su marido, Michael Townley, experto en electrónica, esperó a que el general Prats volviera a salir de su departamento y subiera al coche junto a su esposa, Sofía Cuthbert.

En este libro de cuentos, publicado en 1981, relata episodios de detención, tortura, asesinato, muerte. Fue prohibido por la dictadura.
Dos años después, su marido, esta vez reclutando a un grupo de cubanos anticastristas, hizo explotar otro coche, esta vez el del ex canciller de Allende, Orlando Letelier, en la capital de Estados Unidos. Tal como Prats, Letelier no estaba solo, sino con su asistente, la estadounidense Ronnie Moffit. Por este caso Michael Townley fue extraditado a su país natal, juzgado y encarcelado. Mientras él cooperaba con la justicia norteamericana, en Chile Mariana Callejas terminaba de escribir un libro de cuentos que publicaría con la ayuda de sus “amigos” bajo el título La larga noche (1981), y que trata de muerte, tortura, detención de personas, de todo lo que se vivía en Chile bajo la dictadura. De hecho, hay un cuento que se llama Un parque pequeño y alegre en donde Callejas relata cómo un agente de nombre Max (a su esposo le decía Mike) coloca una bomba en un vehículo en un lugar de Estados Unidos, mientras escucha el trinar de unos pajaritos:
“Tenemos dos kilos de C-4 para este trabajo. Ves que es importante. Dos kilos para el caballero. No puede fallar. Pero el trabajo de relojería lo tienes que hacer tú, de otro modo el peligro es tremendo, tú sabes. Pero qué pasa con las metralletas, dice Max, si el hombre vive tan tranquilo como ustedes dicen, le pueden dar cuando salga de su casa, como de costumbre. No, Max, dicen ellos, lo que buscamos es el efecto psicológico. Un baleo es un baleo, ya la gente está acostumbrada. Tiene que ser algo grandioso, para que aprendan los otros como él, los enemigos”.
Aquel libro, sin embargo, no logró ver la luz, es decir fue impreso pero los servicios de la censura (Dinacos) lo prohibieron. Mariana Callejas decidió entonces conceder entrevistas a los medios, incluso opositores, para contar esta injusticia. En ellas amenazaba con poner un recurso protección, que era una de las acciones legales que entablaban, sin éxito, los familiares de las personas que eran detenidas en ese período. “No hay nada polémico en él”, afirmaba en aquella entrevista. “Son cuentos que los conoce mucha gente y que los he escrito entre 1974 y 1980. No se refieren a temas políticos”. Callejas intentaba aparecer como una víctima de la dictadura: “Ellos (Dinacos) no dan razones. Su reacción es arbitraria y no tiene nada que ver con los cuentos que en el libro aparecen”. En otra nota fue incluso más allá en su reclamo: “Si no hay libertad para publicar cuentos de taller, ¿cómo dicen que hay realmente libertad de prensa en Chile?”.

El periodista chileno Cristóbal Peña, que investigó el caso Mariana Callejas luego de que en 2010 la Corte Suprema le redujera su condena de veinte años por una de cinco sin reclusión, cree que la publicación de La larga noche “fue una señal que ella envió a los milicos de la época para que la dejaran tranquila. A través de esos cuentos ella estaba diciendo cuidado, si me pasa algo a mí o a mi familia, yo sé muchas cosas que pueden saberse. De hecho, ella garantizó su seguridad entregándole información a un tercero por si algo le pasaba”. Para ilustrar mejor los alcances de este libro, basta contar que la tapa negra muestra un ojo y delante de él unos barrotes. Y por si esto fuera poco, el cuento que le da el título al volumen trata de un torturado y es a todas luces inquietante:

“En el calabozo, analizando lo ocurrido, temblando de frío y pavor, se dijo que con seguridad todo aquello se debía nada más que a un error y que ya al día siguiente, o cuando fuera, en el momento del interrogatorio, él podría mostrarles su vida limpia, exenta totalmente de cuanto pudiera merecer tan vejatorio trato. Les diría: señores, sí, soy Manuel Ansaldi, contador, trabajo con Quintana y Cia. desde hace siete años. Pregunten, por favor, a mis jefes sobre mi carácter. Soy eficiente y puntual, me aprecian mucho, tengo treinta y dos años, soy soltero, no bebo alcohol (porque me da dolor de cabeza), no fumo, leo mucho, no me interesan la política ni el deporte. Hablen con mis vecinos”.
Este texto representa toda la brutalidad de una persona que se cansó de repetir que no sabía lo que pasaba en Chile en materia de derechos humanos; sin embargo, para la escritora-agente es “lo que pienso de la capacidad del hombre, su reacción e impotencia ante la fuerza; el individuo ante el sistema y la tortura y la aceptación de la muerte”. Independiente de su opinión resulta inexplicable que su libro no haya sido tomado como medio de prueba cuando se investigaba, no sólo los asesinatos de Prats y Letelier, sino la asociación ilícita que era la DINA.
La obra de teatro que se estrena en unos días en Chile está inspirada en el taller de Mariana Callejas, pero rápidamente muta hacia análisis literarios y el estruendo fiestero de la música disco. De pronto el fantasma de Rasputín salta de un tocadiscos hacia los proyectos literarios de los talleristas.
Durante los diez primeros años de la dictadura, Callejas se relacionaba muy bien con el régimen y a la vez tenía un lugar en la escena literaria. No era famosa, pero desde finales de los ’70 ofreció un taller literario en su casa de Lo Curro, en el sector alto de Santiago. Ahí se reunían jóvenes escritores, a quienes ella llamaba afectuosamente “mis chiquillos”, a beber whisky, a escuchar música de la época y a comentar los textos de estos chicos que con los años se convertirían en los escritores de la Nueva Narrativa, fenómeno literario que inventó Editorial Planeta para promover y difundir la prosa chilena durante los ’90. Entre ellos estaban Gonzalo Contreras, Carlos Franz y Carlos Iturra. El único que mantiene un lazo con ella es este último, quien en medios literarios es su nexo. Sin embargo, tanto Gonzalo Contreras como Carlos Franz (que fue agregado cultural de la embajada de Chile en España) siempre han manifestado desconocer lo que sucedía en aquella casa de Lo Curro.
¿Pero qué sucedía en aquella casa?
Roberto Bolaño en Nocturno de Chile cuenta algo. Para ello usa los nombres de María Canales y James Thompson. Pero es Pedro Lemebel quien va más de frente en su libro de crónicas De perlas y cicatrices, publicado dos años antes que el de Bolaño: “Todo el mundo veía y prefería no mirar, no saber, no escuchar esos horrores que se filtraban por la prensa extranjera. Esos cuarteles tapizados de enchufes y ganchos sanguinolentos, esas fosas de cuerpos retorcidos. Era demasiado terrible para creerlo”. La verdad es que además de darse el taller literario, en esa casa se torturaba a los enemigos de la dictadura. De hecho, allí murió el diplomático español Carmelo Soria, cuya hija después fue muy amiga de Lemebel. En esa casa también se desarrollaron armas químicas, como el gas sarín, con el que en 1982 se asesinaría al ex Presidente Eduardo Frei Montalva, predecesor de Allende y figura de la oposición de la época.
El famoso taller ha pasado a ser una de las historias más oscuras de la literatura chilena. ¿Efectivamente ninguno de los talleristas sabía lo que se hacía: las torturas, la muerte? Para Cristóbal Peña, “realmente es difícil saber si los talleristas más asiduos a la casa (Franz, Iturra y Contreras) sabían lo que pasaba ahí, y más difícil todavía es determinar qué sabían, si es que sabían, porque una cosa es haber reparado en los milicos que frecuentaban esa casa, milicos que entre paréntesis desaparecían por las noches, lo mismo que la secretaria, y muy distinta es haber visto a esos milicos en acción”.
En una entrevista concedida al mismo Peña hace un par de años, Callejas tiene una opinión muy indulgente con sus antiguos pupilos que optaron por desmarcarse de ella: “No le tengo mala especial a Carlitos (Franz), encuentro no más que es una tontería decir lo que él dijo: que yo era una señora que iba a la Biblioteca Nacional a reclutar gente”. Y lo que escribió Bolaño sencillamente no se lo explicaba: “Lo que siempre me ha extrañado es por qué Bolaño me tenía tan mala a mí; Bolaño, que no conocía esto, que no me conoció a mí”. Si bien se ha dicho que la escritora-agente miente en sus entrevistas, la sensación es que a medida que avanza el tiempo, sus mentiras son cada vez más elaboradas.
No sólo Bolaño y Lemebel han escrito de este oscuro taller. También lo han hecho el propio Carlos Iturra con el cuento Caída en desgracia y Carlos Tromben con That Seventies Show, este último relata los inicios de Callejas en el movimiento nacionalista chileno Patria y Libertad a su regreso a Chile.
La inesperada noticia: el gobierno de Pinochet prohíbe el libro en el que Callejas contaba atentados y torturas de las que había estado muy cerca.
Actualmente la actriz y escritora Nona Fernández ha tomado la historia de este taller como inspiración para una obra de teatro que en unos días se estrenará en Santiago. Ella siempre pensó que lo que ocurría en ese taller “era una metáfora sabrosa y muy potente de lo que pasaba en el país en ese tiempo. La instauración de la ceguera como estilo de vida. (¿Sobrevivencia o comodidad?, aún no lo sé.) Nadie veía nada, nadie se daba cuenta de nada, las cosas ocurrían ahí mismo, seguramente no de manera tan evidente como imaginamos a la luz del tiempo, pero ocurrían, y eran atroces”.
La obra se llama El taller y no es una recreación exacta de lo que sucedía en la casa del matrimonio Townley-Callejas; de todos modos permitirá reflexionar, como sugiere Fernández, “sobre el lugar que juega y elige la literatura frente a su tiempo. Y eso se traslada a todos los tiempos. ¿Dónde se ubica un escritor en su época? ¿Qué es lo que le toca narrar? ¿Qué es lo que elije narrar? ¿Qué es lo que elije no narrar?”.
Hoy, Mariana Callejas ha cumplido ocho décadas, muchos más años que cualquiera de las víctimas de la dictadura que integró desde los servicios de seguridad, y vive en libertad. Estuvo en la cárcel en 2003, pero sólo por unos meses y en una prisión de mínima seguridad.
En cuanto a su actividad literaria, luego de un viaje por Europa que duró diez meses, en 1984 publicó la novela El ángel de los rincones y años más tarde, en 2007, Nueve cuentos, por una editorial vinculada a su amigo, el también escritor Enrique Lafourcade, quien siempre la ha apoyado. Esta oscura figura de las letras chilenas está separada de Michael Townley y sus palabras, en una de esas entrevistas a comienzos de los ’80, sirven para ilustrar su actual momento: “Sólo me interesa la literatura. Mi error básico fue ignorar o tratar de ignorar lo que pasaba a mi alrededor cuando estaba con Mike. Esto parece una confesión porque es muy tarde ya. Suena a disculpa y no quiero eso. Lo hecho, hecho está. No quiero andar pregonando mi arrepentimiento”.



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El Face... (Book)
Claudia : … ¿y  de quién es el chico de tu face…?
  Maca: No se, se llama Juan Luis,  lo conocí en un foro del face…jajajaja… está guapísimo… Nos vamos a  
  juntar mañana, es del sur ...  creo…  al menos eso dice su perfil...
 Claudia: Yaaa… y... ¿estas segura que ese es mismo con  el que te vas a juntar…?
 Maca: Mmmm…???

El Facebook, ¡guuuaaauuu que invento no… chicos!...   Se han preguntado cuantas horas a la semana le hemos dedicado a este el gran invento virtual de nuestra época, sobretodo para nosotros, los adultos jóvenes.  Cuántos viejos amigos hemos encontrado, cuántos ex novios y ex novias, al parecer, son los primeros que buscamos.  Para satisfacer nuestra necesidad de ver como están, en que están, qué tal son las parejas que los acompañan, por el solo hecho de ser masoquistas con nosotros mismos, o en el caso de no ser tan atractivos(as) sentirnos mejor.  
Estoy segura, que como yo, muchos de ustedes también dijo "nooo que lata, pasar horas en el pc conversando con gente que nunca hemos visto...", como nos golpea en la cara ahora, cuando nosotros hemos invertido sus buenos pesos en acceder a un Notebook o un Netbook, para estar conectados todo el tiempo.  Ahora no podemos creer como pudimos vivir tanto tiempo sin internet (jajajaja).  En rigor, es un lugar donde podemos expresarnos en cuanto tema haya para opinar: de fútbol, de política, de cocina, de estrellas y eclipces, de festivales y recitales, para reclamar por las injustas alzas de los productos básicos, para salvar el planeta, para condenar a alguien y hacerlo pedazos en red junto a muchos otros participantes de este "Circo Romano", sin piedad y a quema ropa, destruirle la vida y manifestarnos en su contra por algún error que haya cometido públicamente o en privado, ahora lo mismo da, no alcanzará a pasar un día sin que eso no llegue a la red.  Se opina de cualquier tema serio e importante con la misma liviandad que de un tema de farándula, se crean páginas en contra y a favor de muchas cosas, los foros pueden llegar a miles de personas que opinan de una noticia o de la actitud de una sola persona, joven o niños.  Esto del facebook es algo donde uno esta expuesto tanto como si estuviera denuda en la plaza de su ciudad, al fin y al cabo nadie sabe a ciencia cierta si eso de la "privacidad o el bloquear gente" realmente funciona, ya que esto lo manejan terceras personas que seguro juegan con tu información como les da la gana.
El juicio público que se le hace a la gente cualquiera sea este, lo mismo da sea un futbolista, un político(a), el Presidente de la República, carabineros o la chica farandulera del momento, es descarnado como si todos los que opinamos allí somos blancas palomas, jamás se nos ocurriría pensar que en cualquier momento podemos estar ahí, en el banquillo de los acusados.
El Facebook, cómo seguimos allí aun, es que nos gusta y nos atrae y eso es innegable.  Pero que pasa con nuestras vidas, con las parejas reales, con la familia, porque si de algo estamos seguros es que el planeta sigue girando y nosotros parece que no lo notamos porque esta página es tan atractiva y adictiva que ya ninguna otra cosa tiene la gracia que tiene este espacio invisible...Y ni hablar de lo creativos que nos ponemos, como florece dentro de nosotros el amor y el cariños por nuestros familiares y amigos, como se nos desarrolla el poeta que llevamos dentro y así un sin fin de adjetivos que ni siquiera sabíamos que existían.  Para algunos ha sido un verdadero tormento y lo han abandonado, para otras solteros y casados ha sido encontrar el amor, o simplemente jugar al amor con los desconocidos o desconocidas, separar matrimonios de muchos años, conocer gente espectacular y otros que realmente no valía  la pena haber conocido, infinidad de malos entendidos, porque uno insiste muchas veces en hablar temas que no se hablan por facebook, porque si algo tiene de malo esto de la tecnología es que disfraza los sentimientos y las intenciones y muy rápidamente se mal interpretan.  Y que te sorprenda tu pareja en  una conversación "indebida" para él o ella, y termine en una discusión de aquellas y que algunas veces, es algo sin mala intención, solo una charla de amigos. 
Pero para otros esto del facebook ha sido una historia mágica, que  sin la persona especial que ocupaba ese espacio virtual... esto... ya no tiene gracia...
Lorenasol Enero 2011
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WENDY, GARFIO Y PANNUNCA JAMÁS… EL AMOR SIEMPRE PREVALECE /
Sebastián gallardo (30/08/2010)

Es solo una anécdota que me contaron hace tiempo, cuando estuve de visita en una escuela de los tantos barrios porteños.

No se si será verdad, pero me pareció grandiosa. Por ende se las voy a narrar, en breves líneas, por si alguien también la escuchó, estuvo ahí o simplemente cree haberla sentido nombrar..

WENDY, GARFIO Y PAN:.

Era el acto de fin de año. La seño de primer grado era la encargada de armar la obra principal.

Lo cierto es que muchas ganas no tenía. Es lógico. Un sueldo bajo. Estando siempre cuestionada. Y en cima tenía que quedarse en las horas de descanso armando y ensayando la función. Con niños que le hacían sacar canas verdes. Cuarenta y cinto chicos por turno. Todos cuyas edades oscilaban entre los 6 años y 7 recién cumplidos.

Y como si fuera poco debía poner plata de su bolsillo. Para el decorado e incluso para ayudar a armar los disfraces a los alumnos que los padres no les podían comprar un buen atuendo. O no tenían tiempo porque llegaban siempre cansados.

No obstante la orden era clara. Ese día vendría el supervisor a observar la función.Por lo tanto tenía que quedar impecable.

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Después de tanto esfuerzo y rabietas, llegó por fin el día

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2 de diciembre:

Cierre del ciclo escolar. Todos esperando que se levante el telón.

Personal jerárquico. Observante, vigilando controlador, examinador.

Papis y Mamis expectantes. Emocionados. Caían lágrimas por la ansiedad.

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Lógico. Y mucho más para cuatro de todos los padres y madres presentes. Al nene y la nena, les había tocado interpretar a Wendy y Peter respectivamente.
Todos los mirarían con asombro y reconocimiento.
También era lógico.
A la nenita más bonita de la sala le encomendaron el papel de Wendy. Una muñequita parecía. De porcelana. Introvertida. Calladita. Unos ojitos achinados que parecían iluminar ese rostro, contrastando con sus pequeñas pecas rojizas..
Y obviamente a él, le tocó hacer de Peter. No hace falta aclarar mucho. Simpático, esbelto, elegante. Ojos tan brillantes donde uno podía verse reflejado en ellos. Con una sonrisa y una gracia que deleitaba hasta al Hombre de la Bolsa..
Uno de los directivos al verlo en escena.. Exclamó:
_ ¡Hay, miren! Está para comérselo con dulce de leche.
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Sin embargo. En toda historia donde hay un héroe triunfal.
También hay un villano derrotado. Generalmente lo que une a todos los grandes forajidos, no es solo la maldad. Que no en todos lo casos es así. Sinó su persistencia.
El no rendirse nunca. El ir una y otra vez tras su búsqueda.
A sabiendas que será ´´casi´´ imposible triunfar.
Perderán con el muchachito de las historias. No se resignan a que su derrota ya esté escrita de antemano y no poder hacer ´´casi´´ nada para evitarlo. Aún cuando les tocó ser los malos de la película. No necesariamente tienen que tener crueldad, ni ser odiados por el público. Queridos u odiados, viles o bondadosos, desalmados o piadosos, siempre existe un contra héroe. Así son estas historias. Alguien tiene ocupar el roll del vencido, para que el protagonista pueda lucirse con la bella heroína.
No obstante, nunca se dan por vencidos. Siguen y siguen hasta el fin de la leyenda.
Quien hoy les relata, siempre se preguntó. ¿Por qué? ¿Para qué siguen tolerando tamaña humillación? ¿ Si van a perder ´´casi´´ con seguridad? Algunos son buenos, otros malos. Sin embargo, a los todos los grandes rivales del personaje principal los distinguen algunas señas particulares. Tienen orgullo, valor y perspicacia.
Es más que claro, que estos personajes son de los que saben perder siempre con la botas puestas. Como los árboles, que siempre mueren de pié. O como los piratas que describe Serrat. Igualmente. Seguía preguntándome. ¿Por qué tanto sacrificio? ¿Por qué someterse a tal humillación, si es casi irrebatible su irrevocable final?
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No fue, sino hasta después, de escuchar el relato de esta anécdota, que hallé una respuesta a mis intrigas.Como todo excelso acertijo en las mismas preguntas se hallaba, la resolución a esta incógnita.
¡Casi!.
Esa era la respuesta. Casi, perdían las ilusiones. Sabían que casi, era seguro su fracaso.Casi. Pero no irreversible. Y ese casi, era lo que siempre mantenía una luz de esperanza, para que no se rindan y persistan en su intento de modificar el fin del cuento.
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Casi imposible lograrlo. Pero solo ellos mantienen, siempre esa expectativa. Esa eterna posibilidad. Ese uno en un Millón.
El muchachito, siempre se sabe ganador. Independientemente de los desafíos que deba afrontar. Siempre saldrá triunfante al final. Y lo sabe.
Es cuestión de tiempo solamente. Explicación que el Contra-héroe ignora. O se niega a aceptar. Esta es una de esas historias. En donde hay un Villano. Y también un ídolo, que apasiona multitudes
Y por supuesto. No puede faltar. La hermosa dama, que todos codician, pero qué solo se quedará con el protagonista principal.
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En fin.
Es momento entónces de presentar a:.El capitán Garfio.
Ni las más mínimas ganas tenía de ir a actuar. Y menos a interpretar el roll que nadie deseaba hacer.Pero le tocó a él.
También era lógico.
Siempre con cara de traste. Como enfadado con todos.
Menos en la hora de educación física. Diez se sacaba siempre.
Además era el favorito del profe. Dicen que le hacía acordar a él cuando era chiquito.
¡Como se abrazaban cada vez que se veían!.
Sin embargo era sólo una hora a la semana.
Después, tenía una conducta terrorífica.
_No es malo. Le decía la directora a la madre cada vez que la citaban.
_ Pero hay que ponerle límites.
_Se lo veía reír en los recreos. Pero poco. Siempre lo tienen que castigar. Decía constantemente la Rectora.
Dado que había que tenerlo vigilado. Porque a cada rato molestaba a las chicas, con cada pelotazo. Y las podía lastimar. Se quejaban. Parecían no quererlo.
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Ahí nace la historia.
¿Parecía?
O no era un buen partido, como quien dice.
_ Se puede jugar al futbol. Pero despacito. Le señalaban los maestros, el nene que haría de Garfio.¡Así no!.
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Apenas le sacaban los ojos de encima, se quitaba las medias las rellenaba con hojas de papel, que arrancaba del cuaderno. Papel glasé. Hasta cartulinas de colores y tramos de hilo. Y para colmo, prefería humedecer la pelota de medias.. Decía que de esta manera se podía jugar mejor.
Terrible era.
_Podés armar una pelota. Pero no uses las medias.
_ Por qué no hacés una pelota con aquellas bolsitas de plástico. Y un poquito de algodón, que hay en mi cajón. Decía la seño, constantemente.
_ Además, vas a ver que así le podés dar una forma más redonda. Y al ser más livianita se puede jugar mejor. Y más tranquilo. Es más linda para patearla. Repetía la seño, de primer grado.
Sin embargo, aquel niño, prefería armar la bocha, con los mejores materiales que tenia a mano, tal como le dijo su abuelo muchas veces. Que a simple vista parecía tener más experiencia, jugando al futbol que la maestra de primer grado.
_Años de potrero, tiene tu Abuelo. Le indicaban al niño, los vecinos del barrio. Mucho entendía a que se referían.
De lo que sí estaba seguro, que jugando al fútbol, el abue, era bueno de chiquito.
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En fin.
Solo una pequeña introducción.
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2 de diciembre:
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Ambos padres. Los de Wendy y Peter, se hablaron por primera vez ese día.
La verdad flotaba en el ambiente.
Hasta que uno de ellos lo dijo:_Me parece, que nuestros nenes...
_En unos añitos, nos van a hacer consuegros. Jajaja.
Y todos asintieron con la cabeza.
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A los dos se los podía ver siempre al frente del escenario. Radiantes.
_Divinos. La parejita perfecta. Dijo una señora.
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Mientras que a otros actores, como quienes interpretaban a los chicos perdidos, no se los veía lucir tan seguido. Poco y nada.
Realmente parecían estar perdidos tras el decorado.
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¿Y a Campanita? Sí. A ella sí se la veía, en primer plano junto a Peter y Wendy.
Pero. Le hubiese gustado interpretar a ella Wendy.
Se lo manifestó varias veces a la seño.
Pero la maestra le dijo que no.
Y ella le insistía.
_ Lo que pasa es que vos estás justo para hacer de Campanita. Soy tan menudita y simpática. Le decía la maestra.
_Vas a ver, vas a quedar muy graciosa, con el vestidito y las alitas. Agregó.
Y ella insistía..
_Yo quiero hacer de Wendy, seño. Ella siempre hace de lo que a mi me gusta. Y a mi nunca me toca. Acotó la nena.
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Para evitar discusiones, la maestra tuvo una idea.
_Bueno, chicos. Vamos a hacer lo siguiente. Si alguien no le gusta actuar del personaje del cuento, que le corresponde, me lo dice y hacemos un sorteo, para que sea lo más justo. Dijo la maestra.
Inmediatamente se los pudo ver a Campanita y Garfio levantar al mano al unísono.
¿Cuales eran los papeles que querían interpretar cada uno de ellos?. Era más que evidente la respuesta.
Y así fue. La señorita introdujo su mano dentro de una bolsa donde estaban los cuatro nombres de los alumnos.
Y luego dijo los nombres.Nada se modificó. Al pan, pan y a Campanita, Campanita.
Garfio y el Hada se miraron incrédulos. No estaban muy convenidos de que hubiera sido obra del azar, el resultado de aquel sorteo.
Pero no les quedaba otra opción.
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2 de diciembre. Acto central:
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.Ahí se lo podía ver al joven garfio. En un rincón. Con el sello que lo caracterizaba. El seño fruncido. Sólo que esta vez, más enojado que de costumbre. Parecía, acongojado. Como haciendo pucherito. Y la mirada baja. No desafiante como solía hacerlo.
Los espectadores lo miraban. ¡Era un plato, verle la cara!.
Sin quererlo, era el centro de atención de todos. Lo contemplaban con ternura. Se rían. Pero no socarronamente. Sino de forma cómplice. Como con ganas de subir al escenario y morderle el cachete.Él levantaba la vista cada tanto. Encogía la cabeza y levantaba los hombros, como diciendo ´´y a mí que me importa`` Intentando mostrar indiferencia. Como negándose a ser la estrella de aquel acto. Cuando bien sabía que al final del acto, Wendy se iría volando junto con Peter y no con él.
Por más aplausos que recibiera, no le alcanzaría. Nunca le interesó ser aplaudido. Y menos siendo parte de ese cuento, donde los consejos del abuelo parecerían no servirle de nada.
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Solo el sabía el gran secreto que atesoraba para sí. Mostrando siempre indiferencia.
El porqué nunca quería faltar a clase. Siendo que no se lo veía a gusto.
Todos pensaban que era para poder jugar al futbol con sus compañeros en el recreo.
No era así.
Solo algo lo entusiasmaba más. Y le hacían eternas las horas fuera de la escuela.
Eso mismo. Lo que seguramente están pensando.
¿No se dieron cuenta, aún?
Para poder contemplar a lo lejos a Wendy. Con quien nunca se hablaba.
A él lo sentaban adelante de todo, para tenerlo vigilado.
Y ella en el fondo, junto con los mejores alumnos. Y cerca de Peter. Que aunque tenía las peores calificaciones. Era adorable. Y promediaba las bajas notas con un, ¡¡Excelente felicitado!! en conducta. Y un ¡Muy Bien diez!! En esfuerzo y predisposición.
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Tantas veces habrá errado un gol adrede. Pateando la pelota lejos del arco. En dirección a donde estaban las chicas. Donde estaba ella, claro está. Para tener una excusa e ir a buscarla y pasar cerca de ella, aunque más no sea.
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Todavía recuerda ese increíble día.
La pelota, voló más rápido y fuerte de lo que pensó. Tampoco fue certero el recorrido.
Uy!!! Casi, le pega un pelotazo a la maestra.
_No. Listo se terminó, el partido. Por una semana no se juega más al futbol. Dijo la preceptora.
Las caras de los compañeros lo decían todo.
Garfio era Abuchado.
Y tenía una cara de enfado que superaba, las de costumbre.
_Bueno, nene.¡Basta!. Se terminó. Tráeme esa pelota y listo.
Ni de casualidad, pensó en hacer caso.
No de obstinado, ni indisciplinado.Estaba paralizado del enfado.
De la bronca.
Doble error.
Primero. Una semana sin futbol.
Y la segunda. La peor. Había quedado pésimo, con ella.
Y no hablamos de la maestra precisamente. ¿no?
Otra vez esa cara. Bronca, desconsuelo, congoja y rabia al mismo tiempo.
_Le hablan a los gritos y no reaccionaba. Practicante no escuchaba.
Se había metido para dentro.
_¡DALE, NENE!. DALE. APURATE DE UNA VEZ POR TODAS.. TRAEME ESA PELOTA. ¡APURATEEE!
No reaccionaba. Ni se vislumbraba interés de su parte por hacer caso a los gritos prepotentes.
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Sin embargo. ¡Despertó!
Flotando, en el aire pudo escuchar una vocecita. Suave. Delicada.
Que aunque no pedía permiso para ser escuchada, llegaba lentamente y sin empujar. Diferente a las otras que querían ingresar por la fuerza bruta.
Serena. Amable. Muy diferente a ser dócil y sumisa.
_Toma. Acá tenes la pelota.(dijo la tierna vocecita).
El rostro del niño, cambió abruptamente.
Como si hubiera caído a la tierra de golpe. O por el contrario, como si estuviera en el cielo reposado en una nube.
El tiempo se detuvo para él.
Abrió grande los ojos.
Levantó la cabeza.
Boquiabierto, giró la mirada hacia ella.
_Gau!!
La vió. Quedó atónito.
Se lo podía ver gesticular. Mover las manos temblantes. En su intento por salir de la inmovilidad involuntaria en la que se encontraba. Balbuceaba sílabas entrecortadas.
_Ho..o..o.la. Fue lo mejor que pudo decir.
_ Tomá. ¿Esto es tuyo ¿no? Te estaba viendo jugar. Dijo la niña.
_¡¡¡Bueno!!!. Ahora si.
Ni de cerca, podemos llegar a imaginarnos la inmensa emoción y alegría que invadió a aquel niño.
Si se hubiese sacado una foto en ese momento. Pertenecería para ilustrar otro cuento.´´La Bella y la Bestia`` o ``La dama y el Vagabundo``.
.
El niño, tomó la pelota y la oprimió junto a su pecho.
Y así quedo. Mirándola fijo Inmóvil, nuevamente.
La sonrisa crecía, a medida que sus ojos se abrían, más y más.
No dijo, nada. Tampoco había mucho que decir.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Y los niños, pareciera ser, que saben bien que significa eso
._De nada dijo ella y volvió a su lugar con las niñas.
¿Que pasó después?
Vaya uno a saber. Esa es otra historia. En lo que al niño respecta. No recuerda absolutamente más nada, de lo ocurrido en los días subsiguientes.
.
2 de diciembre..Acto de fin de año:
Se acercaba la conclusión de aquella grandiosa obra teatral.
El momento del cierre. En donde Wendy besaba al pómulo derecho de Peter y marchaban volando alejándose de Nunca Jamás.
En donde todos los personajes de la obra los despedían saludándolos a ellos dos. Hasta el Sr. Smith y Campanita( que dicho sea de paso, mucha gracia que digamos no le hacía). Pero así era el guión.
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Todos menos Garfio. Que tenía que interpretar un papel de ofuscación, mientras los veía desde el suelo irse volando al ídolo de todos y su amada.
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El telón aún permanecía cerrado. Cuando se abriera, habría que desempeñar la última escena y el final anunciado.
La seño había apartado a los dos protagonistas para darles las últimas indicaciones.
El espectáculo era un éxito y habría que finalizarlo a lo grande.
Sin embargo Wendy, parecía estar dispersa. Constantemente desviaba la mirada hacia otro lado.
_¿Qué te pasa linda?. Estás distraída. Le dijo la maestra.
_¿Por qué, no me prestas atención? Vos siempre fuiste tan aplicadita.
_No seño. Nada. Perdón. Respondió.
_No importa, querida.. Igualmente, era sólo para repasar. Va a salir hermoso.
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_Ya está profesora. Cuando quiera corro el telón. Dijo el portero de la escuela, que estaba terminando de barrer la sala.
_A sus lugares chicos. Que empezamos.
Antes de comenzar el acto final, Wendy le hablo al oído a la maestra. Pidiéndole permiso para ir al baño.
_Pero nena, tuviste todo este tiempo para ir. Dijo la maestra.
_Perdón seño. Me dieron ganas ahora. Replicó la chiquita.
_Dale. Andá, pero apurate. ¿Te acompaño o vas sola?
Con un gesto, la niña manifestó su intención de no querer ser escoltada.
Rauda y ligera corrió en dirección al baño.
Sin embargo una vez que se alejó de la vista de todos desvió su camino.
¿Por?
No tenía intenciones de ir al baño.
En lo profundo de su ser, algo la afligía. Estaba confundida. Y pensó en hablar con la única persona en la sala que podría comprenderla.
La Profe, de música.
¿Quién?
Juanita.
Así la llamaban todos. En el barrio. En el colegio. En el salón de baile donde tocaba el piano los fines de semana. A donde fuera llevaba ese nombre, como una marca registrada de calidez, apego y entusiasmo.
Era el apodo que heredó de su pueblo natal. Antes de venir para la gran ciudad a cumplir su sueño de ser concertista del Teatro Colón.
Nadie sabía si era un diminutivo de Juana. O si tenía otro nombre. En los 25 años que llevaba dando clases en aquel colegio. Siempre llamaron así. Juanita.
_Que te pasa tesoro. Le dijo juanita a la niña.
Sin mediar palabra alguna, la experimentada maestra, intuyó, el sentimiento que la afligía.
_ ¡Hay, nena. Hay nena! Le dijo. Mientras la acariciaba con ternura.
_No te puedo decir que hacer. Si puedo decirte, que es lo que haría yo si tuviera tu edad.
La nena, la miró expectante esperando el consejo que pensaba seguir al pié de la letra.
No fueron las palabras que esperaba. Hasta le sembraron más confusión.
Casi quebrantándose, a punto de lloriquear y con voz débil. Dijo la chicuela:
_No entiendo, Juanita.
Y la abrazo, como buscando refugio
.Y Juanita, no la soltó, sino que la apretujó con energía.
Sin embargo, no cambió su consejo
.Se desaferraron.
Y juanita replicó.
_Ve. Vuelve que te esperan. Si realmente llega ese momento. Entenderás mis palabras. Y sabrás que hacer.
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_¿Dónde estabas nena?. Te fui a buscar al baño y no estabas. _ Dijo la Maestra.
_ Bueno no importa, deja. Preparate que empiezan.
_ Acordate, de sonreír y mirar al público siempre.
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Poco duró la escena del combate.
Pan, derrotó a Garfio con facilidad. Incluso antes de lo establecido en el guión.
Si uno no conociera al muchacho, hubiese pensado que no le interesaba pelear.
.
Wendy y los niños perdidos fueron rescatados. Y danzaron muy contentos alrededor de Pan.
Junto con el resto de la tripulación pirata. Que parecían haberse amotinado de su líder. Mientras daban urras en su honor.
Garfio se quedó solo. Sentado en el piso.
¿El rostro?Una cara, insuperable.
El desconsuelo que emanaba, sorprendía gratamente a los espectadores.
Que estaban maravillados por la supuesta actuación del Niño.
Menos a la madre de Garfio. Que por algún extraño motivo. Se la veía descolorida. Como si no disfrutase del reconocimiento que el resto de los padres le hacían llegar por el excelso trabajo actoral de su hijo.
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¿Y el cocodrilo?
Tremendo chichón fue el que le salió en la cabeza, al alumno que llevaba su disfraz..
Luego de recibir el impacto del relojazo que Garfio le aventó por la cabeza. Cuando intentó morderlo, justo en el instante que Pan abrazaba a Wendy, para llevarla volando de regreso.
No formaba parte del libreto, por supuesto.Pero al público pareció encantarles.
Riéndose a carcajadas.
Por lo tanto la seño, no lo retó. Sinó que le festejó la improvisación.
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Otra vez la morisqueta, del que me importa. Sólo que esta vez, serio.
Rígido, con los hombros firmes y elevados..Mirando el piso.
Cada tanto de reojo fijaba su mirada penetrante hacia el tal Pan. Y luego la miraba a ella.
Puños apretados, sobre su barriga. Como conteniendo la bronca y la desazón.
Garfio, bajaba la vista nuevamente. Y volvía a empezar el ritual.
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Terminó el cortejo de los actores de reparto.
Y quedaron solos Pan y Wendy.
A volar, se ha dicho.
No obstante. Faltaba el beso antes de planear juntos. Esa era la señal que ella tenía que darle a Pan, antes que comenzara a elevarla por los aires.
Se prolongaba ese momento.
La maestra desde un rincón, le indicaba con mímicas, que le diese el beso al Héroe.
Pero ella nada.
Como si se hubiese olvidado la letra.
_¡Dale chiquita! El beso. El beso. Que la gente está esperando. Dijo la maestra, a lo lejos, con voz tenue.
Nada. Ella seguía pensativa.
El tiempo pasaba y el final nunca llegaba.
__¡Dale, nenaaá!! De una vez por todas.. Dale el beso.
Y Nada. Ella estaba en silencio y cabizbaja.
Seguían abrazados, pero ella no cumplía con su parte del libreto.
_¡Basta, se terminó! Hacé lo que tenés que hacer, de una vez por todas. Dijo la maestra elevando al voz.
Con tanta intensidad se pronunció que los espectadores, escucharon sus palabras.
E imaginando cual era ese final comenzaron a corear de apoco.
Hasta que toda la sala se unió en un solo canto, mientras aplaudían.
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
La seño miraba al público con complicidad. Y levantaba las manos con el clásico gesto que indica:
_No puedo hacer nada.
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
Los aplausos eran cada vez más atronadores y entusiastas.
Nada.
Ella inmóvil.
De repente se escuchó desde el fondo una voz apasionada, que cambiaría la actitud de la joven Wendy.
Un grito que parecía interpretar lo que ella estaba pensando.
_Dale hijita. Un besito. Las princesitas como voz siempre tienen que besar a su héroe antes que termine el cuento. No importa que mire la gente. Dijo la madre de la nena.
Ella levantó la mirada y observó a Pan.
Sin embargo seguía sin besarlo.
_¡Que se besen, que se besen, que se besen! Insistía el entusiasta publico.
_ Vamos hija, si te gusta hacelo, que papá quiere verte feliz. No tengas vergüenza por lo que piensen los demás. Dijo el padre de la heroína.
Y ella por fin sonrió. De apoco iba recuperando ese brillo en los ojos que la acompañaban a donde iba.
Incluso más mucho más. Como si estuviera contentísima. Más y más. Sonreía con intensidad. Los padres de Peter, también comenzaron a sonreír.
Y se sujetaron de las manos, señal de unidad.
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
.
Otra vez hablo la madre de ella.
_Vamos querida. Dale un beso a tu héroe. Todos nos vamos a poner contentos.
Y Wendy, muy sonriente, dio un salto de alegría.
Parecía que finalmente llegaba el momento esperado por todos.
Bha. O casi todos.
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
_Eso mi amor, dijo la madre de Wendy. Dale a Peter, ese beso que todos esperamos.
Wendy, se detuvo. Silencio en la sala. El público observaba expectante.
Desde el estreno en cine de la última versión de Romeo y Julieta que las mujeres presentes, no se las veía tan emocionadas.
El ósculo final, no tardaría en caer.
Era cuestión de tiempo.
Y cuanto más demoraba, más avivaba la expectación en la sala.
_ Grande, Peter. Se escucho con vigor. Hijo e´ tigre, nomás.
.
Wendy arqueó la espalda. Y giró apenas la cabeza.
Sin que nadie se diera cuenta.
Lo miró.
¿..?
A Garfio. Que la estaba mirando fijamente desde que comenzaron los aplausos.
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
Se miraron. Como queriéndose decir algo, que sólo ellos entendían.
Y sin embargo parecería ser que pensaban en cosas distintas.
Porque ella seguía abrazada al Pan.
_Vamos, chiquita. Un besito en el cachete, nada más. Dijo la seño. Todas las historias de amor, terminan con un final feliz y con un lindo beso.
La presión que flotaba en el ambiente era penetrante.
Wendy y Garfio se seguían mirando. Pero parecía claro que con intenciones, diferentes.
Garfio, rebuzno.
_Ma´sii. Dijo en voz tenue.
Alanzando y bajando el brazo izquierdo con fluidez, le envió un mensaje de amor a su Wendy:
_ ¡Hacé lo que quieras! ¡Tomátelas!.
Bueno. O eso era lo que pensábamos.
_¡Que se besen, que se besen, que se besen!
Wendy, miraba a los costados como queriendo encontrar a Juanita. Pero no la veía.
_Vamos hijita. ¡Hacelo!. Hacele caso a tu corazón. Dijo la madre.
¡Más que suficientes!, fueron las palabras de su madre.. Wendy se soltó de las amarras, dándole un pequeño empujón a Pan. El cual tropezó con parte del decorado y cayó al suelo.
Y salió corriendo.
_¡No que hacés, nena!. Gritó la Maestra de primer grado. Con una bronca inconmensurable.
_ Me vas a arruinar el final. ¡Frená!.
Pero ella no se detuvo hasta estar frente a frente, con el joven Bucanero.
Y él se puso de pie.
La expresión de sus rostros era más que elocuente.
Se miraron con dulzura. Con esa ingenuidad y frescura, que todos tuvimos en algún momento. Esa que con el tiempo, las responsabilidades y los abatares de la vida, se nos va desdibujando a ´´´CASI´´ todos. Pero que también,´´CASI´´ todos guardamos en algún rincón del cuerpo
.Fue apenas. Corto y lento. Con timidez. Pero un beso con mucha pasión y ganas el que Wendy le dio a Garfio en el chachete derecho.
Manso y pausado. Cinco segundo debió durar, nada más.
En la expresión de júbilo y sonroja que ruborizaba la sonrisa de ambos, mostraba con claridad que era más que suficiente.
Mejor de lo imaginable.
Y sin decir nada ella volvió a su lugar junto a Pan a terminar con la función, tal como estaba preestablecido.
¿El publico? Deliraba de la algarabía.
El supervisor, se acercó a la maestra junto con la directora. Para decirles.:_Excelente, seño excelente. Mejor imposible. Voy a elevar un informe, para que quede asentado este gran precedente en el legajo de ambas.
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Todos abrazaban a la madre, del Joven Corsario. Que seguía llorando sin parar de la emoción.
¿Y Los padres de los protagonistas?
¿Me podes decir, en que nos equivocamos? Se preguntaban unos a otros.No importa. Entenderán con el tiempo.
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Por lo bajo, sin levantar sospechas. De reojo. Campanita y Garfio volvieron a mirarse con complicidad.
Al igual, que durante el sorteo. Se los volvió sentir unidos otra vez.
Simplemente que ahora, era otro cantar.
El sentimiento que los unía a ambos era muy diferente a aquel, cuando pretendieron engañarlos. Sin saber que los chicos, son chicos, e inocentes pero no son ........ No son tan ´´ingenuos´´. Digámoslo así, para terminar la frase con elegancia.
.
Pasada la emoción generalizada, la obra tenía que concluir.
Aunque el alboroto seguía y seguía.
El pequeño hombre de mar, quien no salía de su asombro aún. Todavía podía percibir la tibieza de aquel beso, interminable.
.
Bajó a la tierra un instante, dado que le pareció oír que lo llamaban desde el fondo del salón.
Y dirigió su atención, hacia allí.
Era el abuelo, que vino de visita. Hacia varios años que el niño no lo veía. Su madre y sus tíos le habían dicho que estaba en otra parte. A un lugar lejano. Donde vivía junto a su padre, que también se había ido, siendo él un bebé. A un lugar hermoso y que por eso ya no lo acompañaba.
Sin embargo él nunca les creyó. Estaba bien convencido, que el Abue, nunca lo dejaría. No sin despedirse antes, al menos.
Y tenía razón al final. Ahí estaba. Compartiendo ese momento inolvidable para ambos.
El abuelo, lo saludó desde lejos. Donde su imagen apenas se distinguía. Era bastante borrosa.
Pero él podía apreciar con claridad, como su Abuelo, levantó el brazo y le dijo:
_ Que golazo, pibe. Que golazo, te mandaste esta vez.
.
La obra tenía que terminar. Como todo cuento tenía un final escrito, previamente. El cual se debe seguir, sin posibilidad de modificar.
Así, se fue.
Wendy se arrojo a los brazos de Pan nuevamente. Se entregó en sus manos.
Y se dispuso a volver junto a Peter. Al que ya no se lo veía con la sonrisita compradora de siempre.
A volver a la Tierra. Lejos de Nunca Jamás. Lejos de Garfio. A crecer y transformarse en una señorita, hecha y derecha.
Se la veía sin la luminosidad de aquel polvo dorado de Hadas, como cuando vino.
No obstante su brillante figura resplandecía con mayor intensidad que al llegar. Sin aquel fantástico polvo dorado.
Pero con la boca y las mejillas cubiertas con manchas color negro. Que delineaban, profundizaban y resaltaban la enorme y hermosa sonrisa de la niña. Color negro. Si, por los residuos del corcho quemado, de los bigotes del joven Marino. De Garfio.
Con una sonrisa gigantesca. Como nunca había demostrado antes.
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Pensando sólo en dos cosas.
Que por unos cuantos días, bajo ningún motivo dejaría que le limpiasen su delicado rostro ensuciado, con el corcho quemado.
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¿Y La segunda?
Que por siempre y donde fuera llevaría consigo aquel sabio consejo. El que finalmente logró comprender.Alcanzando a darse cuenta que se refería Juanita, cuando le dijo: ´´ Que Escuchara a su Corazón´´.
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¿Y garfio?
Giró la cabeza y levantó la vista, sin prestar atención a ninguno de los presentes. Y le pareció ver nuevamente a la distancia al Abuelo
.Que lo saludaba, mientras se alejaba..
Como diciendo:
_ Ahora sí me voy pibe.… Me encantaría quedarme. Pero tengo que volver a donde vivo ahora. Tu papá me está esperando. Se va a preocupar si llego tarde.
Pero no te quedas solo. Te dejo en buenas, manos.
_Cuídala, mucho a esa chica. Y nunca le mientas.
_A tu mamá también cuídala y no la hagas renegar. Aunque a veces no te entienda, te quiere mucho.
_Chau, Capitán. Un abrazo.
_A seguir jugando. Que este partido recién empieza. Y es largo.
_Y nunca dejes de patear con las mismas ganas de siempre.
_Si es gol, mejor.
_Y si se fallas el tiro al arco. Ya viste como es esto.
_ ¡Nunca se sabe que puede pasar!.Más aún teniendo una admiradora de lujo. Que te puede alcanzar la pelota, para que lo intenten juntos nuevamente.
.
APARENTEMENTE, LUEGO DE TREMINADA LA FUNCIÓN.APARECIÓ JUBILOSAMENTE EL PROFESOR DE EDUCACIÓN FÍSICA TRAS EL TELÓN Y DIJO:
_EL AMOR SIEMPRE PREVALECE.LAS JOVENES SOÑADORAS NO TIENEN PORQUÉ, CON EL TIEMPO, RESIGNARSE ANTE LOS INTENTOS DE TRANSFORMARLAS EN LO QUE LOS DEMÁS ESPERAN DE ELLAS.NADIE DICE QUE SEA FACIL.
PERO PUEDEN SEGUIR PRETENDIENDO QUE LAS GUÍE EL DESIGNIO DE SUS CORAZONES.EN VEZ DE RENUNCIAR Y QUEDARSE MIRANDO CON NOSTALGIA POR LA VENTETANA, EL BARCO DE LOS SUEÑOS. MUY, PERO MUY DISTANTE.
SIEMPRE HAY UN ILUSO SOÑADOR, DANDO VUELTAS POR AHÍ,BUSCANDO DAMAS DE ESA CALAÑA. DE ESOS QUE DESEAN RECIBIR Y TIENEN AMOR PARA REGALAR.
ESPERANDO UNA SEÑAL DE ELLAS.¡
Y AHÍ SI!, ¡QUE TE QUIERO VER, PETER!
A VER, HACIA DONDE SE IRÁ VOLANDO, CON ESE PLANEAR TAN BONITO Y ELEGANTE QUE ENCANDILA A LAS MUCHACHAS, ROBANDOLE EL CORAZÓN. PARA QUEDARSELO Y PONERLO EN EL ESTANTE DE SUS TROFEOS.
O SEMBRAR DISCORDIA ENTRE SIRENAS Y MUCHACHAS SOÑADORAS.
.
TODAVÍA NO TOCARON, ´´LA ÚLTIMA CAMPANITA´´
.
Y ACOTÓ AL FINAL:
DISFRUTEMOS Y APRENDAMOS DE LA LECTURA.
PERO….NO TRAGARNOS EL CUENTO, ¡HE!.
Y NO HA DEJAR QUE SE CONGELEN NUESTROS SENTIMIENTOS.
LOS FINALES ESTÁN ABIERTOS.. LOS PODEMOS ESCRIBIR.FIN.
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Reseña del autor:
NUNCA JAMÁS…RECORDEMOS QUE ESA FRASE, LLEVA MUCHO AMOR EN CADA UNA DE LAS LETRAS Y EN LA SEMÁNTICA... Y SALIÓ TRIUNFANTE, FRENTE AL ODIO Y LA DESTRUCCIÓN.AUNQUE POR ESE ENTONCES A ESA GRANDES MUJERES, QUE ENARBOLARON Y CONTRIBUYERON ENORMEMENTE PARA INMORTALIZAR ESTAS PALABRAS, TAMPOCO SE LAS PODÍA VER SONREÍR SEGUIDO.
AÚN CUANDO ESTABÁN CONTANDO UN CUENTITO, DONDE HABLABAN SOBRE EL AMOR Y EL ORGULLO QUE SENTÍAN POR SUS HIJOS Y NIETOS. EN ÉPOCAS DONDE NOS QUERÍAN HACER CREER, QUE JUGAR CON ENTUSIASMO Y FERVOR AL FUTBOL, ERA HORRAR A LA PATRIA.. SIN EMBARGO EL CASTIGO ERA ABALADO, AL GRITO DE ´´ALGO HABRÁN HECHO``.
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NUNCA JAMÁS… EL AMOR SIEMPRE PREVALECE.
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Dedicatoria: A todos los pibes y profesionales del futbol, que siempre eligen pegarle a la pelota como sienten.
Sin importar los diarios de mañana. A quienes preponderan el buen futbol por sobre el resultado. Eso no significa que les agrade demasiado perder. Sino que no siguen esa consigna que hoy parece moneda corriente. ´´Ganar a cualquier precio``.
A los que intentan regalar el mucho o poco talento que tengan. Los mismos que confían en que jugando bien y con ganas siempre hay más posibilidades de ganar. Aunque muchas veces les toque perder, con los que especulan. Con los que no arriesgan, esperando el error del equipo contrario. En vez del acierto propio.
A los jugadores que a la hora de rematar, no regulan el tiro al arco, por miedo al Papelón.
Si hay que darle rosca, se la dan. Y si la enganchan y se va a los caños. Será para la próxima.
Quien, que si creen que si deben picarla o tirar una rabona en el área al no tener buen ángulo; lo hacen sin pensar en el que dirán. Y si no sale según lo esperado. A otra cosa. Mejor suerte la próxima.
A los Futbolistas profesionales que siguen prefiriendo el reconocimiento a la fama.
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A todos lo docentes que aún hoy, se levantan día tras día a la mañana, sabiendo que va a ser un día largo y muy mal pago en lo económico. Pero que bien sabén que hay cosas que no tienen precio.
A todos los docentes, que en cuyas arduas jornadas y poco reconocidos, siguen buscando inspiración en los niños ( y que todavía creen que ´´LOS NIÑOS SON EL FUTURO´´).. Y QUE ´´LOS NIÑOS SIEMPRE PRIMERO´´.
A quienes no los guía ni la espada, ni la pluma, ni la palabra. Sino el Corazón.
NUNCA JAMÁS… EL AMOR SIEMPRE PREVALECE.

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